Un césped bonito y cuidado es la base de cualquier jardín. Actúa como alfombra y es un elemento de la composición y un fondo para otras plantas. Sin embargo, para que el suelo cubierto de hierba no se convierta en un prado, hay que cuidarlo con esmero.
Los tratamientos básicos para el cuidado del césped son:
Siega
La siega debe realizarse de forma sistemática. Mantener la altura óptima del césped de la casa permite su correcto desarrollo y mantener una superficie uniforme.
Regando
El riego depende de las condiciones climáticas, el suelo, la edad y el tipo de césped. La mayor demanda de agua se produce durante el período de crecimiento intensivo de la hierba. Riegue el césped bien enraizado y bien desarrollado con menos frecuencia, pero más abundantemente, al menos una vez a la semana y cada 3 días durante la sequía (el césped debe regarse cuando la capa de suelo esté seca a una profundidad de 3 cm). El riego temprano por la mañana o por la noche es más beneficioso para el césped (es menos efectivo durante el día debido a la evaporación del agua).
Fertilización
Aparte de la siega, la fertilización es el tratamiento de cuidado más importante pero a menudo olvidado. Afecta el buen aspecto del césped, su capacidad regenerativa y la supervivencia de períodos desfavorables: sequía o heladas. La siega obliga a la planta a regenerarse constantemente, por lo que la hierba estimulada por este tratamiento se ramifica intensamente y crece rápidamente. Por lo tanto, necesita constantemente nuevas sustancias para reconstruir la cuchilla y agota rápidamente las reservas de nutrientes introducidas en el suelo al instalar el césped.