Los jardines de la infancia

Tabla de contenido:

Anonim

Una puerta familiar, durante años el mismo camino sinuoso que conducía a la puerta, unas escaleras un poco chirriantes junto al porche y ese olor único del jardín de la abuela donde solíamos jugar al escondite o jugar al escondite cuando éramos niños. Todo el mundo tiene un lugar donde los recuerdos vuelven …

En la edad adulta, no todo sale siempre según nuestros planes. A veces queremos tomar una máquina del tiempo y volver a nuestra infancia. El mejor momento se pasa en el jardín de la abuela, perfumado con lilas blancas, inocentes lirios del valle y tulipanes en maravillosos colores cálidos.

Callejones con alma

Los materiales superficiales ligeramente "envejecidos" utilizados para construir los caminos que atraviesan la propiedad nos ayudarán a recrear ese clima. El arte de envejecer te permite darle a tu entorno un carácter especial. Los objetos, marcados por el paso del tiempo, parecen contar largas historias, y las superficies hechas de cubos golpeados tienen un alma excepcionalmente rica.

Los callejones, la terraza y otros elementos de pequeña arquitectura complementan a la perfección la imagen del edificio. El tranquilo color beige arena enfatizará el encanto único del jardín de la abuela y hará que los recuerdos de la infancia sean aún más poderosos.

Los jardines de la infancia

El jardín de la abuela y el abuelo es a menudo un lugar imposible de imitar. Su atmósfera extraordinaria permanece en algún lugar profundo de nosotros, y solo a veces, cuando pensamos en los momentos de verdadera felicidad sin preocupaciones e incondicional, recordamos los momentos especiales que pasamos allí.

Si queremos que nuestros hijos y nietos tengan recuerdos similares, podemos restaurar el encanto de los viejos tiempos. Es posible que sea posible al menos una reconstrucción parcial del antiguo jardín. Volvamos a las flores y arbustos antiguos: viburnum, capuchinas, nomeolvides, malva, frambuesas y peonías. Basta recordar dónde discurrían los callejones del jardín y cómo se arreglaba la terraza o el porche de la entonces abuela, y nuestros recuerdos se convertirán en nuestra nueva realidad.

En un ambiente acogedor

Por lo general, las casas de nuestras abuelas no eran villas muy lujosas. Se trata de edificios bastante sencillos en términos de arquitectura, en los que lo más importante era una atmósfera cordial y no forzada, creada no solo gracias a las sensaciones cálidas en el aire. Además, muchos objetos cotidianos únicos, plantas y muebles crearon una atmósfera acogedora única.

Nada impide que la decoración más importante de la casa vuelva a ser un jardín ordinario-inusual. Deje que los niños pasen su tiempo en él en los días cálidos. Crean sus propias casitas y bases, tienen un columpio o una pequeña caja de arena. Déjalo florecer en un lugar de la diversión más divertida y despreocupada.