¿Cómo almacenar frutas y verduras?

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Anonim

La mayoría de las verduras y frutas se cosechan en otoño. El período de cosecha más común es a finales de agosto y septiembre.

Algunas especies de plantas nativas (como pepinos, tomates, lechugas) no son resistentes a las heladas. Es por eso que es una buena idea recolectar todas las frutas y verduras delicadas temprano y colocarlas en un lugar destinado al almacenamiento después de la temporada.

Cómo almacenar frutas y verduras

Solo las verduras y frutas saludables son adecuadas para el almacenamiento. Después de una cuidadosa selección, deben trasladarse a un lugar fresco con acceso al aire fresco. No deben colocarse en láminas que dificultan la "respiración", evitan la evaporación del agua y provocan la multiplicación de bacterias responsables de la pudrición de los cultivos. Algunas verduras y frutas menos duraderas también se pueden almacenar en el refrigerador. Sin embargo, solo las cosechas completamente maduras y saludables son adecuadas para esto. Colóquelos en el fondo del refrigerador en recipientes que permitan que circule el aire.

Temperatura y tiempo de almacenamiento de verduras y frutas.

  • 12ºC - esta temperatura es adecuada para almacenar cebolletas, lechugas, tomates, espinacas, espárragos y guisantes. Las plantas se pueden almacenar hasta tres días a esta temperatura.
  • 10-11ºC - temperatura adecuada para el almacenamiento de frutas y hortalizas por un período no superior a dos semanas. De esta forma podrás conservar: pepinos, judías verdes o brócoli.
  • Hasta 10ºC - esta es la temperatura adecuada para almacenar tomates maduros, calabazas, pimientos, limones, manzanas y peras. El período de almacenamiento es de 2 a 4 semanas.
  • De - 0,5 a 1ºC - esta temperatura se suele conservar en cámaras frigoríficas. Puede almacenar la mayoría de las variedades de verduras y frutas durante un período de varios meses. Adecuado para el almacenamiento a esta temperatura son: manzanas maduras, ciruelas, fresas, uvas, cerezas, remolachas, zanahorias, cebollas, rábanos, ajos.

Congelar verduras y frutas es la forma más duradera de almacenarlas. Los productos conservados de esta manera conservan sus propiedades nutricionales y son una valiosa fuente de vitaminas. Sin embargo, conviene recordar que el proceso de congelación puede dañar la estructura de algunas plantas.