Si hemos plantado un nuevo seto, la primera vez se debe podar justo después de plantar, y la segunda vez a finales de mayo, cuando los arbustos ya han brotado aproximadamente 10 cm de crecimiento. Sin embargo, esto solo se aplica a las especies de hoja caduca.
Dejamos las coníferas sin cortar hasta por dos años. Por lo general, las coníferas jóvenes están naturalmente bien ramificadas y crecen tan lentamente que no requieren una poda radical y sistemática al comienzo del cultivo. Las excepciones son los alerces y los pinos canadienses, que podamos por primera vez en mayo. Es importante asegurar el momento de los primeros cortes, porque si se descuidan, será difícil formar un muro de cobertura verde sin espacios; son los primeros cortes los que determinan qué tan densa será la corona del arbusto. Los siguientes cortes se realizan regularmente 2-3 veces al año, los últimos a más tardar a principios de agosto. Cada vez que los brotes se acortan a la mitad del último incremento. Hacemos esto hasta que el seto alcance la altura deseada. No merece la pena "apresurar" los arbustos y cortar ramitas demasiado pequeñas, aunque así podríamos obtener la altura adecuada del seto mucho antes, incluso después de 2-3 temporadas. Sin embargo, las plantas no florecerán lo suficiente y la pared verde estará llena.
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