Jardin chino

Anonim

Un jardín así es una verdadera obra de arte. Su diseño requiere cada detalle, hasta el más mínimo detalle.

Son un homenaje a la naturaleza. La belleza del paisaje natural siempre se pone en primer lugar en ellos, y los jardineros actúan de acuerdo con el principio: cambiar como si lo hiciera la naturaleza. Además, el jardín chino tradicional se asemeja a una pintura de paisaje tridimensional cuidadosamente compuesta. Y no fue casualidad, porque los jardineros locales, o más bien los arquitectos, solían utilizar motivos de las obras favoritas de sus contemporáneos. También sucedió más de una vez que los pintores también eran diseñadores de jardines. En el arte chino de los siglos XII y XIII, las rocas, el agua y los bosques de bambú aparecen con mucha más frecuencia que las representaciones de figuras humanas. Los jardines chinos se caracterizan sobre todo por la sencillez y el minimalismo, aunque al mismo tiempo no hay en ellos líneas simples y formas geométricas. Esto se debe al deseo de imitar la naturaleza; después de todo, la geometría es ajena a la naturaleza. Es por eso que todos los caminos, senderos y arroyos fueron conducidos a través de meandros con la creencia de que cuanto más sinuosos sean, con mayor eficacia ahuyentarán a los fantasmas. Los caminos se planificaron de modo que llegaran a todos los rincones del jardín, incluso a los más distantes. En muchos casos, marcaron las rutas turísticas. Condujeron a través de túneles de piedra, puentes y colinas. De esta forma, cada uno de los secretos del jardín fue descubierto durante la caminata, en una secuencia específica, determinada por el creador. El simbolismo es un elemento muy importante del jardín chino. Cada uno de los elementos incluidos en el proyecto refleja la esencia del mundo. El agua, un arroyo, un pequeño río o, en última instancia, un estanque, simboliza la vida. Las piedras (rocas, grandes cantos rodados o montones de guijarros) pretenden ser montañas. Además, la disposición de rocas, montículos y agua, además de consideraciones estéticas, tiene una justificación más profunda en la filosofía y la religión. En el budismo, la superficie tranquila del agua, reflejando su entorno como en un espejo, simboliza una mente libre y consciente. En los jardines tradicionales chinos, casi siempre se puede encontrar un estanque como recordatorio de la necesidad de luchar por la armonía y la paz interior. Los jardines fomentaron la contemplación y permitieron al hombre unirse con la naturaleza circundante. La vegetación de los jardines chinos está formada principalmente por árboles, debidamente podados para que no pierdan su hábito natural, pero tampoco deformen la composición. Suelen ir acompañadas de arbustos en flor así como de crisantemos y peonías. Todo, rocas, arroyos y árboles, se podía ver desde diferentes lugares. A veces el llamado puertas lunares, es decir, muros con una gran abertura en el medio, que permitía ver un fragmento del jardín especialmente compuesto. En aquel entonces, la pared era una especie de marco en el que se capturaba la vista.