Semillas de chía: cómo comerlas y por qué vale la pena

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Anonim

Las semillas de chía son uno de los productos relativamente nuevos con gran valor nutricional. Te explicamos qué son, cómo usarlos y cómo cultivarlos en tu propio jardín.

Semillas de chía o salvia española

La moda por un estilo de vida saludable ha dado lugar a la aparición de productos alimenticios en tiendas que hasta hace poco nos eran completamente ajenas. Estos incluyen las recientemente muy populares semillas de chía, que se pueden encontrar en yogures, postres lácteos, pan, barras de cereales, muesli, bebidas de frutas o en forma pura como granos secos.

A pesar de que son tan populares, pocas personas saben qué son realmente y cuáles son sus propiedades, por lo que vale la pena echarles un vistazo más de cerca. Las semillas de chía son semillas pequeñas, con forma de frijol y moteadas de una de las especies de salvia llamadas Salvia española. La planta no es popular entre nosotros, porque sus semillas son mucho más conocidas que ella misma, pero vale la pena interesarse en cultivarla, porque gracias a esto tendremos la oportunidad de recolectar nuestras propias semillas de chía del huerto de nuestra casa.

Cómo cultivar salvia española para semillas de chía

La salvia española proviene de regiones cálidas de América del Norte y Central, pero debido a que es una planta anual y tiene requisitos similares a la salvia médica, podemos cultivarla con éxito en el jardín. La planta crece hasta aproximadamente 80 cm de altura y forma hojas grandes y verdes y pequeñas flores azules, reunidas en densas inflorescencias puntiagudas en la parte superior de un tallo rígido.

Sin embargo, para que se desarrolle adecuadamente, florezca profusamente y produzca numerosas semillas, debe tener una posición cálida y soleada y un suelo moderadamente húmedo y bien drenado. No tolera la sombra y el exceso de humedad en el sustrato, pero tolera muy bien el corte, por lo que conviene podar los ejemplares jóvenes, gracias a lo cual se ramificarán muy bien y producirán más flores y semillas.

Por que deberías comer semillas de chía

¿Y vale la pena introducirlos en tu dieta? Ciertamente que sí, porque son muy saludables y valiosos. Contienen muchos ácidos grasos omega-3 (incluso más que el pescado), así como muchos otros nutrientes valiosos como vitaminas (incluidas las vitaminas E, A y B), minerales (calcio, fósforo, magnesio, potasio, sodio, hierro), flavonoides, proteínas y fibra.

Incluso los mayas y los aztecas apreciaron su valor nutricional, tratando las semillas de salvia española como uno de los alimentos y productos medicinales más valiosos, y en ocasiones también como medio de pago. Vale la pena tomar un ejemplo de ellos, porque aunque hoy no pagaremos nada con semillas de chía, todavía podemos sacar mucho provecho de ellas.

Consumidas con moderación, las semillas de chía fortalecerán nuestro cuerpo y ayudarán a lidiar con muchos problemas de salud. Los ácidos omega-3 contenidos en las semillas, en combinación con varias otras sustancias contenidas en ellas, inhiben los procesos cancerígenos y apoyan la lucha contra ciertos tipos de cáncer (principalmente cáncer de mama).

También mejoran la memoria y la concentración, así como el trabajo del cerebro, gracias a lo cual ayudan a combatir el estrés y la depresión. Las semillas de chía también fortalecen la vista y el corazón, regulan la presión arterial y reducen el nivel de colesterol malo. El calcio que contienen fortalece los dientes y los huesos, y la fibra apoya el sistema digestivo y previene el estreñimiento.

Las semillas de chía inundadas con agua adquieren la consistencia de un gel o jalea, como la linaza. También se pueden comer secos como complemento de varios platos.

Que tener en cuenta al comer semillas de chía

Desafortunadamente, las semillas de chía no son del todo perfectas. Consumidos en grandes cantidades, pueden volverse peligrosos para nosotros, porque entonces comienzan a promover el desarrollo de algunas formas de cáncer (por ejemplo, cáncer de próstata en los hombres). Su propiedad especial es la hinchazón bajo la influencia de la humedad, que, junto con el alto contenido de fibra, puede provocar trastornos intestinales en personas que padecen enfermedades del sistema digestivo. 2-3 cucharaditas de semillas al día son una cantidad segura (hasta aproximadamente 15 g por día), cantidades mayores ya pueden ser riesgosas.

Cómo comer semillas de chía

Sin embargo, si usamos la chía con moderación, podemos usarlas de varias formas, ya que tienen un sabor neutro y van bien con muchos platos. Inundadas de agua, se hinchan al poco tiempo y toman la consistencia de un gel o gelatina (similar a las semillas de linaza), gracias a lo cual son adecuadas para la preparación de diversos cócteles y bebidas lácteas (se ven muy efectivas en platos transparentes) , además de originales postres con yogur y fruta o mousse afrutado. También son una excelente adición para pasteles (pan, panecillos, pasteles), ensaladas, tortitas o gachas.

Aunque las semillas de chía son saludables, no se exceda. La dosis máxima diaria es de aproximadamente 15 g (2-3 cucharadas).