Al organizar un jardín, vale la pena pensar en un rincón para niños separado: un espacio de juego o su propio macizo de flores hará que los niños pasen tiempo en el jardín felices y seguros.
Al diseñar un jardín, piense en dividir el espacio
El jardín es un gran lugar para que toda la familia se relaje, siempre que tenga en cuenta las necesidades de todos los miembros de la familia. Si no tenemos esto en cuenta al organizar un espacio de jardín, puede resultar que a los padres les resulte difícil encontrar un rincón tranquilo para relajarse, y los niños que juegan en el jardín estarán expuestos a diversos peligros.
Entonces, si queremos una armonía total, dividamos el jardín en zonas y creemos un lugar especial para nuestros hijos. Vale la pena organizar tanto un lugar para jugar para ellos como un pequeño jardín donde puedan cultivar sus propias plantas. Gracias a esto, no solo estaremos más tranquilos acerca de su seguridad, sino que además no tendremos que preocuparnos de que mientras jugamos, destruyan especies de plantas valiosas o creen desorden en el lugar donde descansamos.
Un niño en el jardín debe tener un área de juego segura.
Parque infantil en el jardín
A la hora de organizar un espacio para niños en el jardín, debemos tener en cuenta varios factores. En primer lugar, debemos elegir la ubicación adecuada para el patio de recreo, porque no puede haber depósitos de agua, pozos de alcantarillado, cajas de energía o cualquier otro dispositivo peligroso en sus proximidades. También se debe comprobar la seguridad del área. No debe dejarse después del almacenamiento de materiales de construcción u otros desechos, ya que pueden haber restos de vidrios rotos, clavos viejos o trozos de alambre de metal que representarán una seria amenaza para los niños.
El lugar también debe estar protegido del viento, cálido y soleado, pero también debe estar equipado con un parasol (por ejemplo, en forma de techo de tela), dando sombra a los niños durante una calurosa tarde de verano. El patio de recreo también debe estar en una superficie plana, cubierta con césped o arena fina, para que los niños no se lastimen mientras juegan. A la hora de preparar un lugar en el jardín para nuestros hijos, también vale la pena tener en cuenta su edad y necesidades. Los niños pequeños necesitarán una caja de arena, juguetes coloridos y un columpio para los niños, pero los niños mayores serán más exigentes, por lo que vale la pena instalar un tobogán de jardín o una casa de madera para ellos. El espacio diversificado e interesante, variado con un neumático suspendido en una rama, una estructura de madera para jugar y escalar, o una plataforma de troncos de madera de diferentes alturas, los hará aún más divertidos.
Por supuesto, todos los elementos del patio de recreo deben ser seguros, estar debidamente torcidos y firmemente sujetos al suelo. Antes de que nuestros hijos los utilicen, debemos comprobar que no haya nada suelto, que no sobresalgan clavos o astillas afiladas de las tablas de madera, y que las cuerdas y cadenas estén firmemente en su lugar. Todo el equipo también debe cubrirse con pintura o manchas no tóxicas, pero resistentes a las condiciones externas, para que no se pudran ni se oxidan demasiado rápido. También vale la pena recordar equipar con una funda especial de arenero, que protegerá la arena de la lluvia o de la visita de animales que puedan contaminarla.

Plantas en un rincón infantil del jardín.
A la hora de crear un rincón infantil, no debemos olvidarnos de las plantas, que son las más importantes del jardín. Es posible que las especies venenosas (tejo, narciso, acónito, lirio de los valles) o por varias otras razones peligrosas (espino, rosas, luciérnagas) no crezcan cerca del patio de recreo, pero debe haber plantas de las que los niños se beneficien.
Pueden ser tanto arbustos como plantas frutales, dando frutos sabrosos y valiosos en verano (grosellas, arándanos, frambuesas y moras sin espinas, fresas, fresas silvestres), así como flores poco exigentes y relativamente seguras (caléndulas, caléndulas, zinnia, lavanda, margaritas). , girasoles enanos). Cerca del rincón infantil, también se puede organizar un mini huerto, donde los niños podrán cultivar sus propias verduras como lechugas, zanahorias, pepinos, frijoles azucarados, rábanos, cebolletas o eneldo. La obligación de regar y cuidar sistemáticamente su propio jardín no solo les dará una gran satisfacción, sino que también les enseñará la responsabilidad.