Las piedras más pequeñas y más grandes en el jardín se ven muy decorativas. Se pueden usar para construir rutas o como elementos independientes.
La grava gruesa, los guijarros pequeños o los fragmentos de pizarra son perfectos para el jardín. Las piedras pequeñas se ven muy bien en combinación con losas de piedra o madera, creando una superficie eficaz con una textura variada.
Esta idea básica se puede modificar para crear una isla de "grava" en el pavimento de losas de piedra, sobre la que se pueden plantar suculentas. Si esta disposición de plantas te conviene, puedes ir un paso más allá componiendo un macizo de flores, en el que los espacios entre las plantas se rellenarán con grava y piedras.
El tablero de ajedrez hecho de grava y plantas también se ve muy efectivo: la disposición geométrica de los elementos se diferencia por colores y texturas. La grava y las piedras pequeñas también lucen muy decorativas, esparcidas alrededor del tronco del árbol rodeado por el pavimento (al mismo tiempo brindan la posibilidad de regar el árbol). Las piedras también son un elemento indispensable de los jardines de estilo japonés, especialmente en la variedad Zen.